Libres: La renuncia del "Tata" Sigillo no "desnuda" nada y cambia muy poco

En medio de un profundo hermetismo, con muy pocas repercusiones públicas, y tras seis años y ocho meses de gestión ininterrumpida en el cargo más encumbrado del gabinete, el contador Javier Sigillo habría dejado de ser el secretario de Gobierno de la municipalidad de Paso de los Libres.

Según trascendió desde Madariaga 737, "Tata" tomó la decisión de presentar la renuncia en la noche del miércoles para cortar una creciente ola de rumores que tuvo inicio durante el fin de semana del festival del Guiso, cuando apareció su merchandising en el parque, a pesar de que la orden taxativa bajada desde la oficina del intendente siempre fue clara: los precandidatos a intendente debían "mostrarse", pero manteniendo un perfil de unidad, y poniendo a la gestión por encima de los nombres.

La aparición de gorras y calcos anunciando su candidatura a intendente molestó, no solo al resto de los precandidatos (Miguel Arias y Gisela Maidana), sino también al propio Martín Ascúa, quien consideró poco oportuna la publicidad electoral, que generó un revuelo tal que al día siguiente se habló mucho más de ese hecho que del éxito de la segunda fiesta popular más importante de la ciudad.

Finalmente, tras dos semanas y media de "silencio", y al no prosperar dentro del espacio los intentos por recuperar ese halo de unidad exigido por Ascúa en torno a las precandidaturas, Sigillo decidió hacer un "mutis por el foro", sin, hasta el momento, hacer declaraciones públicas respecto de si también declinará su candidatura a jefe comunal.

Más allá de las lógicas especulaciones expuestas en algunos medios, las diferencias entre el intendente y su n° 2 no no tienen que ver con cuestionamientos de Ascúa a la gestión de Sigillo al frente del gabinete, el quiebre se habría producido por las diferencias de interpretación que tienen ambos respecto a los tiempos electorales. El ahora renunciado secretario reclamaba que se impulsara más su candidatura, mientras que el intendente tiene claro que si el candidato se definiera hoy, él se convertiría en una suerte de "pato rengo" que podría lastimar la "marca" Martín Ascúa, que es la base del proyecto político encarado en 2017.

Contrapoder intentó, infructuosamente, comunicarse en la noche del miércoles con el ahora ex funcionario y con el intendente, buscando conocer detalles de la salida de Sigillo y el nombre del sucesor; la negativa a ambas comunicaciones permite deducir que, dada la cercanía emocional de ambos actores políticos, no hay decisiones tomadas en cuanto a la comunicación oficial, algo que seguramente se definirá durante el fin de semana para ser comunicado el lunes cuando se anuncie el nombre del nuevo secretario de Gobierno.

La falta de interés en torno al tema que se observa en las redes sociales tras conocerse la noticia, permite también deducir que los ánimos en el municipio no cambiaron; que la salida de Sigillo logró el objetivo de "descomprimir"; que en Palacio todo sigue funcionando con total normalidad, y que no debieran esperarse cambios significativos, ni en el armado político ni en la continuidad de la gestión.

N de la R: Al cierre de esta nota (jueves a las 14:30) la renuncia no había sido confirmada por nadie, y el nombre del sucesor no había trascendido más allá de los rumores habituales de pasillo; por lo que el cronista usa ciertos potenciales y se reserva el derecho a dudar de que la dimisión sea definitiva; aunque de confirmarse, el mismo considera que no habrá sorpresas, y el nuevo secretario de Gobierno saldrá del propio Gabinete.