Roberto Caballero: Le tienen miedo a los votos de Cristina

Hoy se cumplen 69 años del levantamiento cívico-militar del 9 de junio de 1956 que buscaba restablecer el orden constitucional en Argentina y fue reprimido con fusilamientos, como parte de una historia trágica en la que el cuerpo del peronismo ha sido sistemáticamente violentado: desde los bombardeos de Plaza de Mayo, que buscaban matar a Perón hasta el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner. Lo que define a la política argentina no es tanto el peronismo como el odio visceral que despierta en sus opositores, el "fenómeno" es el antiperonismo, y pareciera que sobre los cuerpos de los peronistas se puede hacer cualquier cosa. Los integrantes de la Corte Suprema son los patovicas del poder económico, y  el intento por proscribir a Cristina Fernández no responde a pruebas ni evidencia judicial, sino al temor que genera su capacidad de interpelar a millones. Le tienen miedo a sus votos, a lo que representan. A diferencia de otros ex presidentes Cristina se despidió con una Plaza de Mayo colmada, una señal de que su liderazgo encarnó una época de dignidad, derechos y felicidad para los sectores populares. Lo que busca el poder es impedir que esos votos vuelvan a poner en tensión el orden desigual vigente. La legalidad en Argentina ya se emancipó de la justicia, el sistema protege a los poderosos y castiga a quienes los enfrentan. La Corte que va a condenar a Cristina es la misma que le brinda impunidad a Macri cajoneando sus causas, y es la misma que permite que les quiten sus derechos a los discapacitados y les peguen cada miércoles a los jubilados. El subsuelo de la "Patria Sublevada" es el que construyó la identidad peronista; la Corte, Magnetto, Rocca y todos los poderosos están cometiendo el peor error de sus vidas, porque solo saben lo que puede producir el odio, pero no tienen idea de lo que puede producir el amor.